sábado, 22 de enero de 2011

Arrestan arbitraria y bajo maltrato a interesados en ampliar sus conocimientos acerca derechos humanos

por Sergio Pastor Martínez Carrazana

Periodista Independiente

 

7 de diciembre de 2010

 

 
Los reprimidos mostrando las secuelas ocasionadas por las esposas policiales sujetos del los arbitrarios arrestos: José Martí Jiménez y Yunier Larena Ibáñez.

 

Ciudad de la Habana. El jueves 25 de noviembre de 2010, la sede de la Fundación Afro Cubana Independiente (FACI) radicada en el Municipio Marianao, permaneció arbitraria e insistidamente asediada por el Departamento de Seguridad del Estado (DSE), la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y por la Brigada de Respuesta Rápida (BRR) durante más de 24 horas, con el ignominioso propósito de paralizar otro educativo encuentro sobre derechos humanos.

 

“Dicho operativo policial derivó en violentas e indebidas encarcelaciones a opositores pacíficos en unidades policiales”, avisó Sonia Garro Alfonso (Secretaria Organizadora de la FACI).

 

En la operación represiva del Estado resultaron detenidos Garro Alfonso, José Martí Jiménez (Vicepresidente de la Fundación Elena Mederos de Cuba FEMC), Yunier Larena Ibáñez (Delegado del Movimiento Independiente Opción Alternativa) y Eugenio Orlando Ramírez Pedroso (activista de la FEMC).

 
Fotos de la represión contra la FACI  acontecida el pasado jueves 11 de noviembre.

 

Afirmó  Garro Alfonso  que mientras acompañaba a su hermana y a sus dos sobrinos, ambos menores de edad, fue súbitamente detenida por tres agentes del DSE y una patrulla en la Avenida 47 y 118 Marianao.

 

“Los agentes y los uniformados se proyectaron contra mí en una forma fachendosa. Me arrestaron en presencia de los niños, quienes atemorizados y confundidos por el incidente se arrojaron a llorar. Fui recluida en un desagradable calabozo de la Unidad Policial  localizada en Santiago de las Vegas” aduce Garro Alfonso.

 

“El político de la cárcel se personó en el calabozo para ofenderme, llamándome infundadamente mercenaria a sueldo de los Estados Unidos de América. En horas de la noche  del propio día me ‘liberaron’. Los sicarios me  llevaron en una patrulla hasta donde resido” concluyó Garro Alfonso.

 

Relatan Martí Jiménez, Larena Ibáñez y Ramírez Pedroso que este inquietante día para las autoridades, alrededor de las trece horas, a solo escasos metros de la sitiada sede contestataria, el destino de los mismos fue entorpecido por la abusiva, intolerante y común manía de los órganos opresores citados contra cualquier vestigio de derechos y libertades.

 

Mencionan los afectados, que cuando arribaban al hogar donde se debía consumar  la instructiva cita, los agentes parapetados en los contornos se arrojaron corriendo hacia ellos. Les retiraron  las identificaciones personales y los cacharon en la vía pública.

 
Aseguraron Martí Jiménez, Larena Ibáñez y Ramírez Pedroso de que fueron cacheados en la vía pública.  Le decomisaron documentos y las pulseras con la inscripción CAMBIO que poseían con el uso de la fuerza. Un represor connotado alias Vladimir Volodya del DSE  le destruyó  con una cuchilla que llevaba consigo el carné de la FEMC a Ramírez Pedroso.

 

Reseñó Larena Ibáñez que varios agentes del DSE y de la PNR prácticamente lo incrustaron contra la patrulla #303. Después de un meticuloso cacheo, los uniformados lo esposaron. El opositor se lamentó  de la dolorosa presión que ejercían dicho implemento en sus muñecas. El uniformado  le retiró en breve las mismas, y se las volvió a aplicar, alegando al respecto que estaban trabadas.

 

Alegó Larena Ibáñez que  uno de los esbirros del DSE, Volodya, ordenó a los uniformados que además le impusieran otra par de esposas, y si no es suficiente pónganle esposas en los pies también.

 

“Me condujeron en la mencionada patrulla, con dos pares de esposas impuestas hasta la mazmorra del Cerro, conocida como la 4ta .ES decir que en vez de aplacarme el dolor en las muñecas, lo que hicieron deliberadamente fue incrementarlo. Inadmisible y  incesante conducta de las autoridades contra indefensos y pacíficos ciudadanos” subrayó Larena Ibáñez.

 

“En la cárcel”, agregó Larena Ibáñez “en dos ocasiones le dieron a firmar el ‘Acta de Detención’”. Le realizaron un proceso policial, el cual consistió en: fotografías desde diferentes posiciones y huellas dactilares. Se negó a comer declarándose Plantado como protesta de los sucesos acaecidos contra su persona. Fue finalmente ‘liberado’ a las 20 horas aproximado.

 

Garro Alfonso y Larena Ibáñez también denuncian ante la opinión pública las condiciones completamente inhumanas que presentan los calabozos que estuvieron aherrojados.

 

Martí Jiménez  y Ramírez Pedroso también se quejan de que cuando los introdujeron maniatados en la patrulla# 644, uno de los connotados represores del DSE tiró bruscamente la puerta del vehículo y con impresión de odio manifestó “a ver si se ahogan los (ofensa vulgar) esos”.

 

Antes de ser conducidos los opositores a las ergástulas, uno de los uniformados le exigió Martí Jiménez que se sentara derecho. El líder opositor le  comunicó que estaba  incomodo por el dolor que le estaba ocasionando las apretadas esposas. Pero el policía le aclaró inhumanamente que “los que tenían que estar cómodos eran ellos (policías)”. Martí Jiménez  y Ramírez Pedroso fueron conducidos hasta la unidad del municipio La Lisa.

 

En el cuartel,  precisó Ramírez Pedroso que notó la conducta belicosa y arrogante de un uniformado. Entonces inmediatamente le preguntó al gendarme “¿qué, me vas a golpear?”, pero afortunadamente no resultó agredido.

 

Ninguno de los dos defensores de los derechos y las libertades  firmó el Acta de Detención policial, como señal de enérgica condena a los daños físicos y  emocionales infligidos por las autoridades hacia ellos (Opositores), lo cual le comunicaron con firmeza a los responsables, según los afectados.

 

Ramírez Pedroso estuvo detenido hasta las 18  horas y Martí Jiménez a las 19 horas.


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