sábado, 22 de enero de 2011

Exigen liberación de opositora encarcelada en la guarida policial

por Sergio Pastor Martínez Carrazana

Periodista Independiente

 

Fotos por Máximo José García González

 

7 de diciembre de 2010

 

En la foto aparecen los demandantes.

 

 
Ciudad de la Habana. El domingo 28 de noviembre de 2010, desde horas tempranas, ocho opositores pacíficos se presentaron en la Estación Policial sito en el municipio Marianao para exigir la liberación de: Sonia Garro Alfonso, Secretaria de la Fundación Afro Cubana Independiente (FACI) y del Grupo de Apoyo a las Damas de Blanco, quien estaba arbitrariamente recluida en la citada mazmorra desde el pasado sábado 27, informó Ramón Alejandro Muñoz González (Vicepresidente de la FACI y esposo de la detenida).

 

Relatan los defensores de derechos humanos protestantes, que al llegar al cuartel avistaron el inusual reforzamiento del mismo por un numeroso despliegue de agentes del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) y uniformados de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) visiblemente armados, precisó Máximo José García González, activista del Movimiento Liberal Cubano (MLC) y de la Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares (CAPPF).

 

“Los represores al vernos llegar, inmediatamente uno de ellos escandalosamente les manifestó que dicha situación no era un problema político, afirmando que era un asunto común. Para confundir a los curiosos transeúntes”, estimó Yunier Larena Ibáñez (activista del Movimiento Independiente Opción Alternativa).

 

“El conflictivo agente del DSE, se acerco rápidamente hacia los demandantes. Al ponerle la mano encima a Larena Ibáñez empujándolos para que salieran del área del frente del cuartel, aseverando al mismo tiempo que no podían estar en el lugar, alegando al respecto que ninguno de los presentes era un familiar directo, excepto su esposo, quien en el polémico instante debido a que estaba en el interior de la fortaleza averiguando por su señora”, planteó Larena Ibáñez.

 

La provocación del represor continúo emprendiéndola personalmente contra Larena Ibáñez, convidando al opositor a una reyerta entre ambos en la esquina. Los demócratas cuando escucharon la agresiva declaración, le avisaron a los opresores acechantes que entonces los golpearan a todos (opositores). Pero dichosamente la violencia policial no se desato, argumentó el propio afectado.

 

No obstante, Larena Ibáñez le asevero al problemático agente, que  además de los lamentables acontecimientos, dicha  hostil y vulgar conducta lo iban a denunciar ante la comunidad internacional como evidente  violación de derechos humanos. Simplemente el autoritario sujeto  gubernamental advirtió groseramente (frase que éticamente no debemos reproducir), como quien  dice: lo que hagan no le importa en lo absoluto, subrayó el ofendido.

 

Producto del avance táctico de las fuerzas brutas, retrocedieron hasta el exterior de la instalación.  Sin antes exigirle a las autoridades que tenían que respetarnos (opositores), reseñó Jorge Arufe Carbonell, activista del Movimiento Liberal Cubano (MLC) y de la Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares (CAPPF).

 

Debido a la intransigencia policial, los protestantes se reinstalaron al frente del cuartel, del otro lado de la Avenida 31.Varios represores se dirigieron hasta donde se encontraban los oponentes para exigirles que  tampoco pueden estar aquí, mandándoles a  irse todos lejos. “Nosotros les aclaramos que permaneceríamos en el lugar, el cual es públicos”, subrayó Boris Rodríguez Jiménez (Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia).

 

“Los reclamantes aprovecharon para enfatizarle condenatoriamente acerca de las ofensas que les estaban profiriendo las autoridades. Según uno de los agentes del DSE, usando dicho uniforme verde olivo les expreso que él se encargaría de llamarles la atención a sus colegas, pero le pidió que permanecieran tranquilos y que hablaran en voz baja”, agregó Arufe Carbonell.

 

“Las hostilidades estaban incrementándose minuto a minuto. Habían fortificado el cuartel en toda su extensión, tal como si se ocurriría una invasión. Práctica absurda y alarmante por tan solo la presencia de indefensos opositores pacíficos condenando la miserable aprehensión de Garro Alfonso, añadió García González.

 

Los querellantes, evitando conflictos y evadiendo las provocaciones totalitarias manifiestas, nuevamente se desplazaron hasta la próxima esquina. Pero lamentablemente volvieron a ser agredidos verbalmente por tres señores. Para rebatirle los infundados argumentos ofensivos e incriminatorios, Sergio García Argentel (Partido Cuba Independiente y Democrática), les mostro el tenis y las medias rotas que tenía. Uno de los provocadores le mostró el carnet policial y lo amenazó con encarcelarlo, aportó García Argentel.

 

“Los ciudadanos ajenos que se encontraban presentes esperando el ómnibus urbano hicieron caso omiso a las insinuaciones manifestadas por dichos defensores del régimen, quienes al parecer intentaban concitar a las personas para repudiar la libertad de expresión”, destacó García González.

 

En horas de la tarde los opositores realizaron una marcha pacífica, con los brazos cruzados en señal de protesta por tan indigna reclusión por  la Avenida 31 hasta la calle 76. No fueron molestados directamente, pero si seguidos muy de cerca por el DSE, concluyó Gómez González.

 

Los protestantes que sufrieron los hechos narrados se nombran:

 

Ramón Alejandro Muñoz González

Yunier Larena Ibáñez

Jorge Arufe Carbonell

Máximo José García González

Sergio García Argentel

Boris Rodríguez Jiménez

Ernesto Herrera Viel

Felicito Hubertino Campañá Castañeda


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