sábado, 9 de marzo de 2013

Venezuela o el fin del chavismo castrista

Cuando en la mañana del martes 5 de marzo de 2013, leí en el diario Granma la información, sobre la gravedad de Hugo Chávez, le dije a mi amigo el vendedor de los periódicos; ya van a anunciar la muerte de Chávez. El me dijo -tú crees. Claro está, ese fue el preludio, porque la mentira tiene las patas muy cortas y no puede andar un largo trecho.
Los que estamos familiarizados, con la situación venezolana, sabíamos perfectamente que Hugo Chávez, había fallecido desde hacía varios días. Solo que estaban difiriendo su divulgación para anunciarlo en el momento adecuado. Esto tratando de ganar tiempo para controlar el país y a la oposición. Pero la situación se tornó insostenible, por las protestas populares, que se estaban extendiendo por toda Venezuela.
Al parecer el consejo de los tiranos cubanos, fue que tenían que afrontar la situación a toda costa, porque la agitación callejera se iría incrementando y esto conduciría a una situación incontrolable y de total ingobernabilidad. De hecho ya la situación en Venezuela, está muy comprometida y el desenlace se torna cada vez más impredecible, incluso, puede conducir hacía una situación de guerra civil.
En las protestas populares, se escucha un marcado clamor anti-cubano y son cada vez mayores las acusaciones, de que desde Cuba, se está dirigiendo la tiranía chavista, aun, sin la presencia de Hugo Chávez. Esto se está convirtiendo en un escenario, al estilo de la guerra de Viet Nam, en donde se quemaban banderas norteamericanas, ante la invasión imperialista, como ellos decían.
Solo que hoy, los venezolanos queman banderas cubanas y gritan; ¡Cubanos Go home! Esto está ocurriendo ya, nada más y nada menos que en la patria de Bolívar. Donde Cuba ha sido consignada, como el país imperialista de los nuevos tiempos, que domina e invade a la Venezuela independentista, de Simón Bolívar.
La manipulación del títere de tiranía castrista, el incondicional Nicolás Maduro, ya está produciendo efectos adversos en su imagen política, ante el pueblo venezolano. Se sabe que desde Cuba, se prepara desde ya el fraude electoral, pero esta vez no se puede asegurar que será exitoso y el casi podrido Nicolás, puede terminar como ya pronostiqué en una ocasión, en un caso parecido al de Maurice Bishop, el primer ministro de Granada, en el año 1983, colgado del árbol más alto de Venezuela. Ese es precisamente el destino de los traidores a la patria o como Fidel Castro los llamaba; los vende patria. Eso es exactamente Nicolás Maduro.
Para el bien de Venezuela, ha terminado el periplo de Hugo Chávez, un dictador de corto vuelo o de alas cortas, que hoy se ha ido para bien de la patria, de Simón Bolívar. Que Dios le tenga en su santa gloria, porque felizmente no logro hundir del todo, al país venezolano. Los cubanos lo sentiremos mucho más, porque tendremos que seguir comiendo tierra como siempre, aferrados a cualquier teta internacional y a la sombra del castrato, del que no hemos tenido el valor de librarnos por nosotros mismos.
En eso tenemos que felicitar a los venezolanos. Por su profundo civilismo y su inconmensurable valentía. Ahora volveremos posiblemente, con la teta rusa, que ya Raúl, está volviendo a cultivar. Porque la teta venezolana, es muy probable, que la perdamos para siempre y tengamos que retirarnos de Venezuela. Porque es posible que comiencen a linchar, uno por uno a los cubanos, sobre todo a los segurosos, que tienen invadido todo el país sudamericano.
¡ABAJO LA TIRANIA CASTRISTA, EN CUBA Y EN VENEZUELA!
Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente de Cuba.
Ciudad de la Habana, miércoles 6 de marzo de 2013.
Nota: Recuerdo el día en que Hugo Chávez, entre burlón y supersticioso, le dijo a Fidel; dicen que al que tú abrazas, tiene la muerte asegurada en poco tiempo. Fidel no asimilo el chiste y lo miró, muy serio.
Los que duden de la profecía, pueden sumar uno más, a la lista del abrazo mortal, prodigado por el sátrapa en desuso. Y los que me decían que el cáncer de Chávez era solo ficticio, para ganar adeptos y en popularidad, vean también la realidad. ¿Ahora también dirán, que la muerte es simulada? En cuestiones de política, hay señales que son infalibles, solo que hay que saber percibirlas.
En mi iglesia, donde paso un curso sobre cuestiones teológicas, hay una hermanita que expresa; ante la enseñanza del profesor, de que el Reino de Dios está dentro de nosotros mismos. Que el mal y el bien lo tenemos en el interior y solo depende de nosotros, que desarrollemos con nuestro libre albedrío, una u otra tendencia.
Ella duda de que eso sea cierto y que dentro de los hermanos Castro estén contenidos ambos gérmenes. Ella está convencida de que dentro de ellos, todo el espacio está ocupado por el mal, incluso, hasta en los más recónditos espacios inter moleculares o los más pequeños espacios, inter atómicos.
No estoy muy seguro, si debía titular este artículo, como el “chavismo castrista” o como el “castrismo chavista”, en fin, que cada quien lo interprete a su gusto.
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