sábado, 22 de enero de 2011

Caso crítico continua siendo menoscabado por autoridades locales

por Sergio Pastor Martínez Carrazana

Periodista Independiente

 

15 de diciembre de 2010

 

 En la foto: Belkis Faure Echevarría
 
 
Las autoridades regionales del Consejo Popular de la Barriada Capitalina de Jesús María insisten abusivamente en que la ciudadana Belkis Faure Echevarría, considerada como “Caso Crítico” por dicha instancia, conviva en contra de su voluntad con su agresor sancionado y ex pareja Hernán Díaz Acosta en el tugurio donde reside con sus tres hijos menores de edad en la Habana Vieja, según declaró la afectada.

 

Refiere Belkis intentando explicar su visible y comprensible dolor, que en el citado Consejo la han amenazado con que si se produce otra discusión entre ella y Díaz Acosta por su firme negativa de convivir con él, la condenarían a cumplir una condena de privación de libertad de dos a cuatro años en una prisión. Cuando saben que estoy siendo provocada y no reparan en eso.

 

Además los responsables le han advertido que le quitarían a sus tres hijos “por alterarles el desarrollo psicomotor a los menores y por no tener condiciones para criarlos”, según las autoridades.  En el caso de Hernán le revocarían la medida de libertad condicional por internamiento.

 

El Jefe de Sector de la (PNR) se ha personado en varias ocasiones en su cuartucho en compañía de Hernán con una supuesta carta de una microbrigada de la construcción que autoriza (sin ninguna autoridad al respecto) la convivencia de Hernán en el litigado inmueble. Asimismo el Jefe de Sector le ha planteado que Hernán  no tiene donde vivir, aseguró Belkis.

 

En la foto Hernan y los niños
 
“Les he comunicado a las autoridades implicadas en esta amarga historia con sobradas razones los motivos fundados ante mi irrevocable negativa de que resida con Hernán junto a mis tres pequeños y a mí. Mis tres niños le tienen un profundo y manifiesto pánico ganado por este agresivo sujeto, quien además de ser violento es un alcohólico empedernido”.

 

“Ha su lado hemos sufrido lo indecible .En la época que ambos convivimos juntos fui víctima de injustificadas y dolorosas golpizas a manos de él, soy mujer y no tengo ni los pésimos sentimientos de él ni mucho menos su fuerza”.

 

“Uno de los pequeños, el mayor de los tres, también ha recibido vergonzosos golpes por este siniestro personaje, espero que entiendan mi posición la cual no se la deseo a ningún ser humano”.

 

“El último desagradable incidente que originó contra mi familia, finalmente superé el temor que le tenía y lo acusé formalmente. Un Tribunal Municipal lo condenó a solo un año de reclusión acusado por los delitos de ‘Amenaza y Lesiones’, precisa y penosamente contra nosotros”.

 

“Me pregunto: ¿Como es posible que las autoridades locales patrocinen  esa inhumana y descabellada convivencia?  ¿Por qué dilatan nuestras miserias en vez de darles una solución decente y viable para el desarrollo y disfrute de mis hijos? ¿Esperaran las autoridades que suceda una desgracia aún mayor?

Ambos residíamos en otro local igualmente en pésimas condiciones, el cual  también ocupamos ilegalmente porque justamente no teníamos donde cobijarnos. Cuando se derrumbó, gracias a Dios que no nos encontrábamos en su interior en ese momento, nos reinstalamos en la calle Monte # 466, pero me harté, basta de ser ultrajada y golpeada conjuntamente con mis hijos por Hernán”.

 

“Recientemente agentes de Búsqueda y Captura se presentaron alarmados en donde resido buscando según ellos a un irreal prófugo de la justicia. Aunque los agentes vinieron sin una orden policial les permití que observaran que en la casa solamente se encontraban mis hijos y yo”.

 

“La niña de tres años estaba escondida en el interior de un escaparatico cuando el investigador la encontró estaba temblando atemorizada y decía llorosa y continuamente la frase ‘miedo’. El policía preocupado le preguntó a la pequeña ‘miedo a quien’, y ella respondió escueta y incriminatoriamente ‘miedo a Hernán’”.

 

“El agente de inmediato me aconsejó que me presentara en la Estación Policial para que denuncie este triste caso y me aseguró que servirá de testigo. Sospecho que quien le informó inciertamente a la policía que en mi casa se encontraba un prófugo fue obra de Hernán, para inmerecidamente agobiarme más.

¨Aunque hasta ahora contamos con un techo, debo reconocer que vivimos en condiciones totalmente infrahumanas¨. ¿Es que acaso no nos consideran como personas?”

 

“La microbrigada que reparó las viviendas aledañas se negó a trabajar en la reconstrucción donde residimos, alegando al respecto que estábamos en el mismo ilegalmente, sin importarles tampoco  nuestro sufrimiento, ni nuestra incrementada pobreza”.

 

“Como madre, añoro inmensamente que las autoridades del país nos den una oportuna solución al grande y real problema habitacional que necesitamos urgentemente, especialmente  para el bienestar de mis tres inocentes niños. También que nos protejan de la ira y de la maldad de mi ex pareja, que pude generar sangrientas consecuencias”.

 

Aclaro, prosigue Belkis, “yo no deseo que este tormentoso personaje ande vagando por los rincones sin un techo, es también inhumano. Pienso que debe ser atendido por las autoridades y ayudarlo también con el serio y agravado  problema de la vivienda. Pero lejos, muy lejos de mis preciosos niños”, concluyó.


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