sábado, 22 de enero de 2011

Día de los Reyes Magos opositores detenidos y ultrajados por la Seguridad del Estado: Testimonios de los abusados

por Sergio Pastor Martínez Carrazana

Periodista Independiente

 

11 de enero de 2010

 

Foto del día 8 de los apresados tras las últimas liberaciones /de izquierda a derecha: Pedro Larena Ibáñez, Jorge Arufe Carbonell, Máximo José García González, Sergio Pastor Martínez Carrazana, Yunier Larena Ibáñez y Sergio García Argentel / Foto de Yuney Alvarado Esquivel.

 

 

Ciudad de la Habana. Mientras la capital permanecía en los brazos de Morfeo, en horas de la aparentemente apacible madrugada del jueves 6 de enero de 2011, seis pacíficos activistas de la sociedad civil contestataria, defensores de derechos humanos, fuimos embestidos de modo arbitrario, súbito  y violentamente por numerosos Agentes de la Sección 21 del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) y, por los comandos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR),mediante un aparatoso e irracional operativo policial (estilo de películas de acción) en la céntrica Avenida 51 y 26.

 

Los opositores damnificados en dicho atroz secuestro fueron: Máximo José García González, Jorge Arufe Carbonell, Sergio García Argentel, Pedro Larena Ibáñez (tío), Yunier Larena Ibáñez (sobrino) y quien suscribe.

 

En las actas de detenciones de todos figuraba: CR (contrarrevolucionario) y casos de Interés para la Contra Inteligencia (CI). Durante los injustos encierros, algunos por 53 horas, todos se declararon en huelga de hambre condenando enérgicamente los injustificados métodos empleados contra nosotros. Ninguno rubricó los distintos documentos incriminatorios presentados a cada uno por la PNR, considerados por los agraviados indiscutiblemente como infundados.

 

El vergonzoso hecho se produjo cuando nos apeamos del ómnibus urbano P 14 próximo a las 5 de la madrugada. Cuando nos aproximábamos a la Avenida 26, pudimos percatarnos que solamente esa área estaba apagada. Rápidamente un auto Lada del DSE, color rojo, matricula supuestamente “particular” nos bloqueo el camino. Del cual se bajaron velozmente varios represores de la secreta ordenándonos coreográfica y déspotamente “párense ahí”.

 

Un desconocido señor de muy avanzada edad, que iba caminando a escasos centímetros de nosotros quedó atrapado en la premeditada red que nos tendieron, asustado preguntaba: “¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es esto?  Al percatarnos y comprender por experiencia el terror circundante, inmediatamente le informamos a los captores que el anciano no tenía que ver en el asunto, y le permitieron continuar. Pudieron provocarle un infarto. Todo sucedió en fracciones de segundos.  Al unísono, casi sincronizadamente  reforzaron la redada varios autos en fila, entre ellos pudimos divisar patrullas de fabricación China y un auto matricula de Turismo.

 

Los seis afectados fuimos inspeccionados corporalmente y las pertenencias que portábamos minuciosamente. La policía política declarada y temiblemente se afanó con incautar e inutilizar los “pavorosos” teléfonos celulares. Luego nos maniataron las muñecas reciamente con los grilletes policiales, con los brazos en la espalda de tal modo que nos ocasionaron insoportables dolores, y con el pleno uso de la fuerza, en algunos casos con injustificados golpes, fuimos introducidos en cuatro patrullas números 034, 232,235 y 236, las cuales nos condujeron hasta diferentes estaciones policiales a marcha lenta, optando calculadoramente por el itinerario más largo, según los coincidentes  testimonios de los agraviados. En este indigno y cruel acto solamente me decomisaron una memoria flash.

 

Refirió García Argentel que en el instante del arresto, agentes del DSE y de la PNR lo proyectaron con empujones contra la patrulla #232.  Además le propinaron golpes en la cabeza y en las piernas. En dicha patrulla lo trasladaron a él solo lentamente hasta la Estación de la PNR del Municipio la Lisa. Donde lo recluyeron 36 horas en una celda hasta las 23 horas del viernes 7, momento en que fue “liberado”.

Los uniformados le redactaron un Acta de Detención por sospecha de un supuesto robo con fuerza. Igualmente le tomaron sus huellas dactilares y le tomaron instantáneas de diferentes ángulos, añadió.

 

Relatando escuetamente los percances padecidos en la ergástula, García Argentel señaló que el propio día 6, al mediodía lo regresan a la celda en compañía de otro “detenido” terminado el Soleador. Cuando ambos ingresan sorpresivamente se percatan que hay una botella de cristal (que antes no estaba) encima de una de las camas de concreto. Su compañero de celda exclamó: “¡Eh, y esa botella!” .La cogió el joven y en el acto la rompió contra el piso gritando y haciendo ademanes agresivos y amenazadoramente: ¨ “Guardias, estoy cansado de estar preso aquí, me voy a cortar todo y voy a cortar al gordo ese (García Argentel)”.  Transcurrido varios minutos se personan tres uniformados, quienes logran “convencer” al sujeto bravucón para que se calmara y les entregara los restos de cristal que tenía en su mano. Felizmente la sangre no se derramó. Lo sacaron de la celda y desconocí su paradero, precisó.

 

Próximo a la medianoche, se presentan en el calabozo de García Argentel dos Tenientes Coroneles de la PNR; el Jefe de la Unidad de la PNR y el Jefe de Criminalística del Municipio la Lisa. El oficial de criminalística le comunicó que después volvería para hablar sobre un asunto con él.  Pasado un rato, el de Criminalística le planteó a García Argentel que está siendo investigado ya que se han registrado casos de robo con fuerza en el municipio. Afirmó el opositor que le respondió al oficial: “No tengo absolutamente nada que ver con eso. Eso es un trabajo de terror de la Seguridad del Estado, que los manipula a todos ustedes (PNR)”.

 

Al día siguiente, viernes 7 acude al calabozo otro oficial de la PNR para que firmara una supuesta Acta de Libertad, alegando que su impresión de las huellas no coincide con el “robo” investigado según el policía, aseguró el opositor.  Después regresó nuevamente el de Criminalística para interrogarlo por el citado delito. García Argentel le narró la información que le suministraron anteriormente, pero el superior le rebatió que él personalmente era el encargado de aprobarlo, y no lo había hecho, alegando que tiene que repetir las pruebas para volverlo a comprobar, agregó.  “Cansado también de dicho indebido proceso, le refuté nuevamente la presente manipulación, destacándole que yo soy un opositor pacífico al régimen de los hermanos Castro. Asimismo le exigí que se presentara un agente de la Contra Inteligencia. Le pedí que me encerrara, que no tenía nada más que hablar con él. Luego se personó un agente de la CI, quien me ofreció disculpas por los infundados cargos” concluyó.

 

Reseñó Yunier, que lo incrustaron prácticamente contra la patrulla # 236 y ahí los aprehensores también a empujones lo golpearon en la cabeza, mientras le exigían amenazantemente que se callara la boca o se la romperían. Al introducirlo le propinaron una bestial patada en el pecho. A su lado montan a Pedro.

 

En mi caso propio, primero me habían introducido brevemente en la patrulla# 034 en compañía de García González (donde me registran mi mochila y ocupan la memoria flash). Luego me apean y me suben junto a Yunier.

 

Yunier y quien informa, fuimos conducidos a treinta kilómetros por horas aproximado (con las vías totalmente desoladas a esa hora) hasta la Unidad de la PNR conocida como Aguilera, en el Municipio 10 de Octubre. Frente al cuartel, los dos uniformados inhumana e intencionalmente nos retuvieron en el interior del auto treinta minutos, mientras llenaban unos papeles. El dolor que nos ocasionaban las esposas era agobiante. Ambos uniformados se negaron al menos aflojarnos un poco las mismas.

En la cárcel, el Teniente Coronel de la PNR que nos recibió nos comunicó que en nuestra estancia en el lugar seriamos respetados pero que nosotros también teníamos que respetarlos a ellos. Nosotros le respondimos que somos personas decentes, respetuosas  y pacificas, por lo que eso no sería problema para nosotros.

 

Ambos oportunamente les aseguramos a todos los policías presentes en la carpeta, de que nos declarábamos en huelga de hambre y de sed, y que también no rubricaríamos ningún documento que nos presentaran. Les afirmamos que nosotros éramos inocentes y que esa cruel detención bajo maltrato físico y psicológico contra los seis  jamás debió proceder. Después ambos fuimos aherrojados juntos en una celda en malas condiciones y con pésima iluminación. Ese mismo día 6 recibimos las visitas de varios uniformados para pedirnos que ingiriéramos alimentos y bebiéramos agua. A todos les ratificábamos el sentido de nuestra protesta pacífica y nuestra firme posición con la decisión que tomamos voluntariamente.

 

Otro Teniente Coronel, del turno entrante, nos interrogó en horas de esa misma noche. Escribió en su agenda todo lo que le decíamos referente a los abusivos arrestos. Ambos le especificamos que nos han violado impúdicamente nuestras libertades y derechos, tanto constitucional como los derechos y libertades humanos. Razones por la cual le expusimos que era una desfachatez que Cuba sea miembro del Consejo de Derechos Humanos y que más aun plantee ante el mundo que respeta y cumple las normas de la ONU en materia de los mismos.

 

Como otra irrefutable prueba de las sistemáticas violaciones de derechos humanos contra mi persona en particular le alegué  que desde hace 18 meses mi señora: Yuney Alvarado Esquivel y yo solicitamos el permiso de salida del país en la Oficina de Inmigración y Extranjería, pero hasta la fecha este derecho se nos ha negado arbitrariamente.

 

Simplemente nos informó dicho oficial que estábamos detenidos bajo investigación de la CI por el supuesto cargo de Asociación Ilícita para Delinquir. También nos pidió infructuosamente que depusiéramos la huelga, aclarándonos que continuaríamos detenidos y que eso solo afectaría severamente nuestra salud. Cuando terminó de cuestionarnos nos comunicó que nos volvería a “entrevistar” a las 21 horas o a las 3 de la madrugada del siguiente día 7, para ver si habíamos cambiado de parecer.  Sobre las 21 horas, quien informa fue solicitado por el mencionado oficial. Me ordenó que trajera el colchón y la colcha que iba a ser trasladado para otra celda. Cuando el carcelero de turno abrió la reja sacamos los dos colchones y las dos colchas, el superior me dijo que se había referido a mí solamente, pero finalmente nos traslado a ambos.  Donde nos reinstalaron hay una ventana de un metro de alto por dos metros de ancho, solamente protegida por barrotes interna y externamente. Uno de los detenidos reincidente por causa común nos confesó que lo hicieron para torturarnos, por la disminuida temperatura ambiental.

 

Al amanecer del día siguiente, viernes 7, el carcelero entrante fue informado en el cambio de turno que habían dos detenidos de la CI que estaban plantados (refiriéndose a nosotros). Pudimos escuchar al uniformado decir en alta voz que nos desnudarían para ver si continuábamos con ese “cuento”. Planteamiento que no llegó a concretarse. Pasadas 53 aciagas horas, a las 10 de la mañana del sábado 8 ambos fuimos finalmente “excarcelados”.

 

Por otro lado, García González y Pedro adujeron que fueron transportados en la patrulla #034 hasta la Unidad de la PNR del Municipio Cerro. Los opositores informaron a dichas autoridades que se declaraban en huelga de hambre y sed por las mismas razones expuestas por todos los detenidos este ennegrecido día. Los dos fueron recluidos solos en celdas diferentes, las cuales aseveraron que están en malas condiciones.  Ambos fueron informados que estaban detenidos por el inconsistente delito de Desacato a la Autoridad. También  les tomaron impresiones dactilares.

 

Después de dormir un día entero en las camas de concreto, el viernes 7 le entregaron los colchones y colchas a cada uno. En esta fecha fueron “entrevistados” por una fiscal, a quien le expresaron que son opositores pacíficos al gobierno y además, defensores de derechos humanos. Igualmente le plantearon la injusticia cometida por la Seguridad del Estado al detener a los seis. La fiscal se interesó por saber quién era el líder entre nosotros. Les pidió insatisfactoriamente a los detenidos que culminaran la huelga, la cual consideró que no cumpliría ningún objetivo, advirtiéndoles que  solo afectaría la salud de los mismos. También fueron visitados en las celdas por varios uniformados pidiéndoles que terminaran la protesta, alegan los afectados.

 

Ese mismo día en horas de la tarde, Pedro fue trasladado hasta otra Unidad de la PNR en el Municipio Boyeros y al poco tiempo fue reincorporado en el cuartel inicial. Los opositores fueron “excarcelados” el sábado 8 a las 10 de la mañana. Permanecieron injustamente detenidos 53 horas.

 

En el caso de Arufe Carbonell de 67 años de edad, reseñó que fue conducido esposado y  solo en la patrulla #235 hasta la Unidad de la PNR del Municipio Playa. Añadió que lo encerraron en la celda de Clasificación.  Alrededor de las 11 de la mañana del día de su arresto fue interrogado por dos agentes de la CI. Según cuenta el opositor, los agentes le cuestionaron cual de los implicados  fue el autor intelectual y que nos disponíamos hacer en la sede Nacional del Movimiento Independiente Opción Alternativa (MIOA), sito en la provincia Matanzas.  Después  de tomarle las impresiones de sus huellas dactilares, fue “liberado” sobre las 14 horas del mismo día, aseguró.

 

Tras las últimas liberaciones, todos los ultrajados se congregaron espontáneamente en el apartamento donde resido. Corroboramos la acechante presencia de un numeroso grupo de agentes de la Seguridad del Estado en las periferias del inmueble.  Las víctimas de este cotidiano e indigno capítulo, nos dirigíamos a la sede del MIOA. Individualmente y con esfuerzo propio logramos entre todos recolectar algunos donativos (jabones de baño, desodorantes, arroz, dentífricos y 100 pesos Moneda Nacional para ayudar humanamente a Guido Sigler Amaya (Prisionero de Conciencia del Grupo de los 75).

Así como también, deseábamos asistir al cementerio de Matanzas donde reposan los restos de la heroína e incansable defensora de la justicia y la libertad de Cuba, Gloria Amaya, para rendirle merecido homenaje tras cumplirse un aniversario de su deceso este 8 de enero. Dichos argumentos los expusimos en cada uno de los interrogatorios que afrontamos.

 

Máximo José García González, Jorge Arufe Carbonell, ambos son activistas de la Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares (CAPPF) y del Movimiento Liberal Cubano.  Sergio García Argentel es Delegado municipal del Partido Cuba Independiente y DemocráticaYunier Larena Ibáñez y Pedro Larena Ibáñez, son Representante Oficial y activista del MIOA respectivamente.

 


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