sábado, 22 de enero de 2011

Han llegado muy lejos en el índice de maldad

por Sergio Pastor Martínez Carrazana

Periodista Independiente

 

7 de diciembre de 2010

 

Ciudad de la Habana. El Delegado y Vice delegada del Municipio Playa del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID), Sergio García Argentel y Leydi Coca Quesada respectivamente, denuncian ante la comunidad internacional  la arbitraria y consecuente represión gubernamental a que ambos son sujetos.

 

En la mañana del jueves 2 de diciembre la sede de dicha delegación, lugar donde residen también los mencionados opositores fue reiterada e injustamente sitiada por más de doce horas por agentes del Departamento de Seguridad del Estado, por la Contra Inteligencia y por los comandos de la Policía Nacional Revolucionaria, precisó Argentel.

 

En el lamentable operativo gubernamental ambos fueron aprehendidos y encarcelados por un espacio de  ocho horas aproximado en distintas cárceles policiales. En ambas detenciones las fuerzas represivas protagónicas emplearon el uso de la fuerza contra el matrimonio, se queja ron.

 

Reseñó Quesada, que sobre las nueve de la mañana de esta amarga fecha, al regresar a su casa, luego de concretar una breve diligencia en las cercanías, varios agentes de la policía política secreta se abalanzaron repentinamente hacia ella .Uno le informó en tono autoritario que estaba bajo arresto.

 

“Cuando escuché la fatídica sentencia de estos robots del mal, pensé rápidamente en mi hija de ocho años de edad que esperaba por mi solita en la casa. Mi esposo se encontraba en otra vivienda realizando labor independiente de carpintería”, señaló preocupada.

 

“Haciéndole caso omiso a la desprotección que le ocasionaría mi arresto a mi niña, los gendarmes me empujaron hasta la patrulla #585 que también premeditadamente se aproximó, en el cual me condujeron para el cuartel policial ubicado en el Municipio Lisa”.

 

“En el interior de la patrulla, totalmente Consternada, efectué una positiva llamada telefónica a mi esposo, para que recurriera al auxilio de la menor”.

 

Refiere Argentel que un poco agitado y adolorido se personó en casa en solo minutos. Se dirigió a los represores  que ocasionaron este indigno percance  para interesarse por su señora.

 

Pero la situación se agravó considerablemente. Los represores le aplicaron técnicas de estrangulación y lo recluyeron en la Estación de la PNR sito en el Municipio Cerro, agregó el opositor.

 

Subraya Quesada, que en la entrada de los calabozos, el carcelero que la recibió, airadamente dio un manotazo en la mesa, y le exigió que depositara sus pertenencias. Al negarse firmemente la opositora a entregar su teléfono móvil, cuatro uniformados masculinos  se lanzaron contra ella para despojarla del mismo a la fuerza.

 

Continuó Quesada argumentando que los celadores desistieron infructuosamente dicho propósito. Transcurridas dos tormentosas horas en tan deplorable lugar, fue objeto de un interrogatorio “profiláctico” por dos agentes de la secreta.

 

Según señaló Quesada los represores le plantearon que estaban siendo condescendientes con ella, y a su vez recordándole que tiene dos hijas menores por quien preocuparse. Advirtiéndole que ellas iban a resultar las más perjudicada si no cambiaba su forma de actuar y desistiera del su activismo en el CID.

 

Por otro lado relató Argentel, que sobre las dos horas de estar encerrado en un hediondo calabozo fue también interrogado por los mismos oficiales que cuestionaron su esposa. En la habitual monserga de los opresores destacó nuevamente el tema del CID, entre otros temas.

 

También en la citada penitenciaria, las autoridades le tomaron instantáneas en diferentes posiciones y le tomaron impresiones de sus huellas digitales como proceso policial, apuntó.

 

En las paredes de la  mazmorra, con la suela de sus viejos y rotas zapatos escribió: “Abajo la Dictadura, Abajo los Castros, Abajo el Partido Comunista de Cuba, Vivan los Derechos Humanos y Viva el CID”.

 

La hostigada  pareja oponente, no solo se siente indignada por todos los maltratos psicológicos y físicos que le ocasionan las autoridades por el simple hecho de defender los derechos y libertades básicos, sino también por mantener desprotegida a una menor .Han llegado muy lejos en el índice de maldad, declararon.

 

Finalmente, ambos fueron “liberados” entre las 16 y 17 horas sucesivamente. Los mismos aprehensores se encargaron de regresarlos a su vivienda.



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